La escucha con atención Copy

Durante esta semana vamos a practicar la escucha atenta. No olvides que no es lo mismo escuchar que oír. Trata de observar la calidad de tu escucha, no se trata de enjuiciar si es buena o mala, simplemente de poner intención y atención en el acto de escuchar.

Con toda seguridad, tu escucha será cualitativamente diferente dependiendo del entorno en el que te encuentres, en la familia, en el trabajo, con amigos, con desconocidos, etc. Practica la escucha atenta en todas estas áreas de tu vida. Escucha con atención e indaga a que se pueden deberse las diferencias que puedas notar.

Para ello, tan solo has de seguir estas pautas:

  • Cuando alguien te hable, presta atención y no le interrumpas hasta que termine.
  • Date cuenta del momento en que tu mente empieza a desviarse y a pensar en lo que tendrás que hacer después. Se va al pasado, busca la contestación brillante o se enreda en juicios, suposiciones o interpretaciones…
  • Cuando veas que te has enredado en tus pensamientos, trae de nuevo la atención de vuelta a la escucha con firmeza y al mismo tiempo con suavidad. Regresa al momento presente.
  • Sé consciente de cómo vives los silencios del otro, de si hay resistencias en ti a respetar las pausas. Observa cómo es tu relación con los silencios ¿Pacífica, ansiosa, frustrante, impaciente…?
  • Respira conscientemente al menos una vez antes de tomar la palabra.

Acepta cuando tu escucha no sea todo lo atenta que te gustaría. Cada vez que no puedas escuchar atentamente, no te juzgues y toma ese momento como una ocasión para fortalecer la escucha atenta.

ANOTA TU EXPERIENCIA EN EL CUADERNO DE LA PRÁCTICA

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