Acompasa la respiración Copy

Cada día caminamos, más o menos, para llevar a cabo nuestra vida habitual: quizás te dirijas a la parada del autobús para ir al trabajo, o vayas caminando a recoger a los niños al colegio, o a hacer alguna compra o recado en el barrio. Puede que te regales el lujo de un paseo diario. O simplemente en el trabajo vayas de un lugar a otro para repartir tareas y charlar con tus compañeros.

La propuesta para esta semana es que, cada vez que camines, acompases tu respiración al ritmo de tus pasos.

No hay un ritmo correcto, el tuyo está bien, no intentes modificarlo a menos que sientas que es necesario.

Cuando camines, acompasa el ritmo de tus pasos y tu inspiración y espiración.

Si caminas deprisa porque llegas tarde, por cada inspiración darás varios pasos, e igual con la espiración.

Si estás dando un paseo, serán menos pasos por cada una de ellas.

Esto no importa, tan sólo date cuenta de ello.

Si te ayuda, puedes contar cuántos segundos te lleva cada inspiración o espiración, o cuántos pasos “caben” en cada una de ellas. Recuerda que no hay “un ritmo correcto”.

Durante esta semana, permanece atento a acompasar rítmicamente tu respiración y tu caminar.

En la pestaña “Materiales” encontrarás la ficha para descargarte el ejercicio.

Anota tu experiencia en el cuaderno de práctica.